martes, 5 de agosto de 2008

Busca y Encuentra

Sonríe, el mundo está lleno de sonrisas libres que necesitan salir a la luz, necesitan y quieren nacer en cualquier boca, sobre cualquier labio.

Corre, corre de la maldad, no de los hechos malos, sino de esa energía que envenena el alma y que no te deja vivir como quieres. Corre cuanto puedas, sólo puedes vercerle huyendo, gastando esa energía en ti y en nada más.

Llora, llora la alegría y la tristeza, permítitete ser permeable al mundo que te rodea, que sea quien te haga sentir en tu alegría, en tu tristeza, el principio creador de tu naturaleza.

Ríe, contágiate de esa enfermedad, que llene tu mente de elementos vanales al menos por un momento, desconcentrándote de los problemas que te aquejan.

Perdona y olvida, entrégate a no sentirte responsable por los errores de otros. Libérate de la eterna carga de la revancha, ella se presenta sola y rehúye a quien la busca, dominando su mente y atándole a la espera.

Sufre, permítete sufrir lo que sea necesario, no te niegues la curación que deviene del dolor. Tu debilidad será aquello que no puedas afrontar y lo que te persiga eternamente.

Piensa, cada uno de tus actos, cada una de tus palabras valen su peso. Enfrenta tus inconvenientes con inteligencia, resolverlos será la clave para alcanzar la felicidad.

Sé feliz, lucha cada día por ello, cada segundo vale el esfuerzo.