domingo, 19 de septiembre de 2010

Pacífica Desesperación

El sonido de la desesperación
no llega a tocar mis oídos
con su cancioncilla estridente
y eléctrica que destruye.
¿Será la presencia en el prado
que apaga los sonidos...?
El tiempo; el tiempo suspendido
que no dejas correr, de correr.
La línea del horizonte
en la que empieza a dibujarse
tu sonrisa brillante;
no amanezcas para mí todavía
mi luna quiere quedarse aquí
después de esta noche larga
cargada del bálsamo húmedo
primavera que desprendes.
¿Será tu presencia en el prado
la Unidad mistérica...?
el tiempo; el tiempo suspendido
y qué más sino tú al final de la escena
con tu blasón dorado y tu incandescencia.
Y la luna yo, una moneda de plata
en el medio de la obscuridad.
No somos lo mismo,
estamos unidos por Pitágoras
en un ciclo eterno del ser.
Reconozco en tí, estrella brillantina
los átomos de pureza que nos unen
y nos atraen como el agua al cielo.
¿Será nuestra presencia en el prado
la que silencia las palabras
exitadas al viento por mera vibración...?
El tiempo suspendido en el momento
único que nos vió surgir, quedó.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Chango me sorprende esta faceta tuya... Pa la próxima, "telefede" esta e el trece, jijijiji